viernes, 20 de septiembre de 2013

Ensayo. Susana Ocampo Ferrer c:

Universidad Autónoma de Querétaro

Facultad de Bellas Artes

Licenciatura en Artes Visuales

Cuauhtzin A. Rosales Peña A.

Susana Ocampo Ferrer













INTRODUCCIÓN



El presente ensayo ha sido escrito principalmente para apoyar el aprendizaje y colaborar a la comprensión del tiempo y espacio histórico, es decir, comprender y situar los acontecimientos en un momento y lugar donde sucedió, la conciencia histórica se estimula y encuentra un orden cronológico que permitirá establecer una continuidad de vida y razonar muchas causas que se encuentras atrás de los acontecimientos, el tema que aborda este texto son: El preclásico y  las culturas de occidente, lo cual me facilita relacionarlo con la forma de pensar el arte en ese tiempo y aprovechándolo más a fondo menciono de cierta manera en qué forma interviene en mi preparación académica el estudio de estas culturas.













El preclásico

Mesoamérica y sus áreas culturales tuvieron un gran desarrollo durante el periodo preclásico que abarca de 2500 a.C. a 200 d.C. Fue el inicio de la vida sedentaria con lo cual nacieron muchas más tecnologías y se desarrollo el arte en cerámica. También se originó la división de la sociedad en clases, la religión politeísta además del sistema calendárico.
También surgen los rasgos característicos de las culturas posteriores por ejemplo la construcción de estructuras piramidales, plataformas, plazas. Además surgieron las ciudades olmecas de la costa del Golfo de México.  La primera gran cultura mesoamericana fue la Olmeca, fue la primera en crear un conjunto de ideas acerca del origen de universo, de los hombres y de la naturaleza.
La manipulación de la cerámica es muy importante ya que por las figurillas que se han encontrado podemos darnos una idea de la vestimenta, el tipo de reuniones que hacían, las modificaciones en el cuerpo entre otras cosas, además de que varias de las figuras están muy bien logradas y tienen acabados muy interesantes, podemos darnos cuenta de las técnicas, materiales y forma de ver el mundo a través de su arte, sus ideologías y pensamientos duales la mayoría de veces, observar su arte es como transportarse a esos momentos, es conocer a otro tipo de razonamientos, de ideas de actitudes, de reacciones, es conocer un paso que dimos para llegar a lo que actualmente somos.



Culturas de occidente

Las culturas de occidente abarcaron ocho estados de la república mexicana, los cuales fueron: Sinaloa, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Colima, Guerrero, Michoacán y Guanajuato.


CAPACHA
Se sitúa a seis kilómetros al noroeste de la ciudad de Colima, una zona donde nueve sitios arqueológicos tienen relación con el complejo Capacha. Elementos de la cultura Capacha se han encontrado en Nayarit, Jalisco, Sinaloa, Guerrero, Morelos, Michoacán y el estado de México.
El nombre de esta cultura le viene dado por la arqueóloga estadounidense Isabel Truesdell-Kelly, quien en 1939 la descubrió mientras consumaba unas excavaciones en la zona de Colima.
El arte que manipulaba esta cultura eran sobre todo vasijas, y se decoraban con líneas.

El OPEÑO
Se localiza en Jacona de Plancarte, un municipio del estado mexicano de Michoacán enclavado en el Valle de Zamora.
 El Opeño se puede suponer como el antecedente más antiguo de la llamada tradición de las tumbas de tiro, en la cual se suelen incluir los materiales de este yacimiento arqueológico michoacano.
 La arquitectura de El Opeño, cuenta con características muy individuales que no fueron retomadas en las necrópolis más tardías de Jalisco, Colima y Nayarit. 
Se encontraron muchas figurillas que simbolizaban sobre todo al hombre, en diferentes posiciones, muy probablemente representaban a los jugadores de pelota.

TUMBAS DE TIRO
Se desarrolló en los actuales estados de Jalisco, Colima y Nayarit abarcaría de los años 300 a. C. al 700 d. C. 
Fue una de las culturas mesoamericanas que más desarrolló el culto a sus muertos, entre lo cual destacó su arquitectura funeraria.
Este sitio ceremonial en el centro de Jalisco estuvo ocupado durante el Clásico Temprano (100 d. C.-300 d. C.) y lo conformaron una serie de unidades arquitectónicas como plazas, montículos, juegos de pelota, terrazas, unidades residenciales cruciformes y complejos circulares. 

CHUPICUARO
La palabra Chupícuaro pertenece a la lengua tarasca y significa “Lugar de cochinilla”, insecto del que se extrae el intenso color escarlata.
 Actualmente los yacimientos arqueológicos de este lugar se encuentran sumergidos bajo las aguas de la Presa Solís, ubicada cerca de Acámbaro Guanajuato.
La calidad y cantidad de la ofrenda que acompaña al entierro nos habla de ritos funerarios complejos que relevan el concepto de fertilidad, la práctica de la decapitación y el culto a los antepasados.
Una costumbre muy difundida en Chupícuaro fue la de inhumar cráneos; se han encontrado cráneos de niños, hombres mujeres que conservan la mandíbula así como las vertederas átlas y axis en posición anatómica lo que indica la práctica de la decapitación.
 La cerámica arqueológica de Chupícuaro, representativa de un estilo sumamente evolucionado, fascinante y singular, es prueba palpable de una manifestación colectiva de gran talento, óptima calidad, exquisito sentido de la forma, diseño lleno de dinamismo y simetría.

AZTATLÁN
Complejo Aztatlán se le llama al lugar donde más vestigios de esta cultura se han encontrado, que se caracteriza por la belleza de sus formas y la policromía de sus vasijas y otros objetos de cerámica.
El núcleo central del complejo Aztatlán lo sitúan los arqueólogos en Guasave, o al menos es aquí donde se han encontrado los mejores restos, entre ellos un conjunto de enterramientos, formando paquetes o bultos en el interior de ollas, que contenía gran cantidad de ofrendas, algunas de una gran belleza, como vasijas trípodes de barro, recipientes de ónix y de alabastro, pipas de barro, malacates, silbatos y hachas ranuradas.

Las construcciones que se hallaron de esta época son los montículos que se levantaban con fines defensivos o con carácter religioso. 
Las muestras de este arte que se han encontrado se limitan a puntas de obsidiana, hachas y otros objetos de pobre factura.

TARASCOS
Los tarascos o purépechas: asentados en la región altiplánica oriental del estado de Michoacán, tuvieron como su centro al lago de Pátzcuaro y las regiones adyacentes que en aquella época generaban diversos productos tanto agrícolas como lacustres y forestales.
Fabricaban con arte natural platos, bandejas, bateas, ollas, jarros y jícaras multicolores.
Se les destaca en los tejidos y bordados. Trabajaban el oro, la plata y el cobre y algunas piedras preciosas, rivalizando con los mixtecos zapotecas en el arte de la joyería. Los caciques y señores llevaban vestidos con ricos adornos y alhajas elegantes.
También destacaron en la cerámica, los tejidos, los bordados y las joyas fueron hábiles artesanos. Nadie los aventajó en la confección de mosaicos y objetos de plumas. Combinaban los colores naturales con pinturas que fabricaban, especialmente los tonos del rojo y el azul.












CONCLUSIONES

El preclásico fue un parte aguas para el desarrollo de las tecnologías siendo la comercialización un paso muy importante dentro de este, además de que inició una nueva forma de vida: el sedentarismo. La manufactura de cerámica es muestra de su gran avance cultural, las figurillas exponen su vida cotidiana y gracias al pastillaje se pueden apreciar detalles que nos hablan bastante de su concepto de estética, de sus ideas cosmogónicas.
Y aunque la mayoría de las culturas abordaban los mismos temas y hacían sus figurillas similares, no todos desarrollaron con la misma maestría las manifestaciones artísticas, es por eso que la cultura de Chupicuaro es la que me parece más avanzada en esta cuestión, más allá de las proporciones correctas o incorrectas y del naturalismo que no manejan tan minuciosamente, en sus figuras y hasta en sus vasijas puedo encontrar un progreso mental muy grande, lo que yo puedo de alguna manera percibir en su arte es que se empiezan a interesar por lo geométrico, lo encuentran estético, lo expresan a través del cuerpo haciéndose tatuajes, las caras de sus figuras antropomorfas parecen extasiadas, como en un ritual, esta cultura en particular me parece muy espiritual y hasta un poco oscura.
Los diseños decorativos que pintaron sobre sus piezas de barro se reconocen por la frecuencia en que usan ciertos motivos, es decir algunas figuras se repiten en muchas esculturas, la mayoría de estos motivos los acomodaban de manera geométrica culminando en perfecta armonía.
La forma en que mezclaron el barro con otras sustancias como arenilla o excremento provocó que la mezcla fuera más maleable y aplicaban impresionantemente bien los pigmentos naturales a las figuras haciéndolas más vistosas, más estéticas.
Es la cultura que  más me aportó conocimientos aplicables a la escultura. Y definitivamente pienso aprovecharlos.




 Bibliografía:
Sodi, Demetrio.Las Grandes Culturas de Mesoamérica
Panorama Editorial

Ángeles, Alba. Historia de México
Angeles Editores.


Lara Bayón, Javier. Historia de México
Editorial Trillas.

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