Universidad
Autónoma de Querétaro
Facultad
de Bellas Artes
Licenciatura
en Artes Visuales
Cuauhtzin
A. Rosales Peña A.
Susana
Ocampo Ferrer
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo ha sido
escrito principalmente para apoyar el aprendizaje y colaborar a la comprensión
del tiempo y espacio histórico, es decir, comprender y situar los
acontecimientos en un momento y lugar donde sucedió, la conciencia histórica se
estimula y encuentra un orden cronológico que permitirá establecer una
continuidad de vida y razonar muchas causas que se encuentras atrás de los
acontecimientos, el tema que aborda este texto son: El preclásico y las culturas de occidente, lo cual me facilita
relacionarlo con la forma de pensar el arte en ese tiempo y aprovechándolo más
a fondo menciono de cierta manera en qué forma interviene en mi preparación académica
el estudio de estas culturas.
El
preclásico
Mesoamérica y sus áreas
culturales tuvieron un gran desarrollo durante el periodo preclásico que abarca
de 2500 a.C. a 200 d.C. Fue el inicio de la vida sedentaria con lo cual
nacieron muchas más tecnologías y se desarrollo el arte en cerámica. También se
originó la división de la sociedad en clases, la religión politeísta además del
sistema calendárico.
También surgen los rasgos característicos
de las culturas posteriores por ejemplo la construcción de estructuras
piramidales, plataformas, plazas. Además surgieron las ciudades olmecas de la
costa del Golfo de México. La primera
gran cultura mesoamericana fue la Olmeca, fue la primera en crear un conjunto
de ideas acerca del origen de universo, de los hombres y de la naturaleza.
La manipulación de la
cerámica es muy importante ya que por las figurillas que se han encontrado
podemos darnos una idea de la vestimenta, el tipo de reuniones que hacían, las modificaciones
en el cuerpo entre otras cosas, además de que varias de las figuras están muy
bien logradas y tienen acabados muy interesantes, podemos darnos cuenta de las técnicas,
materiales y forma de ver el mundo a través de su arte, sus ideologías y
pensamientos duales la mayoría de veces, observar su arte es como transportarse
a esos momentos, es conocer a otro tipo de razonamientos, de ideas de actitudes,
de reacciones, es conocer un paso que dimos para llegar a lo que actualmente
somos.
Culturas
de occidente
Las culturas de occidente
abarcaron ocho estados de la república mexicana, los cuales fueron: Sinaloa,
Zacatecas, Nayarit, Jalisco, Colima, Guerrero, Michoacán y Guanajuato.
CAPACHA
Se sitúa a seis kilómetros
al noroeste de la ciudad de Colima, una zona donde nueve sitios arqueológicos
tienen relación con el complejo Capacha. Elementos de la cultura Capacha se han
encontrado en Nayarit, Jalisco, Sinaloa, Guerrero, Morelos, Michoacán y el
estado de México.
El nombre de esta cultura le
viene dado por la arqueóloga estadounidense Isabel Truesdell-Kelly, quien en
1939 la descubrió mientras consumaba unas excavaciones en la zona de Colima.
El arte que manipulaba esta
cultura eran sobre todo vasijas, y se decoraban con líneas.
El OPEÑO
Se localiza en Jacona de
Plancarte, un municipio del estado mexicano de Michoacán enclavado en el Valle
de Zamora.
El Opeño se puede suponer como el antecedente
más antiguo de la llamada tradición de las tumbas de tiro, en la cual se suelen
incluir los materiales de este yacimiento arqueológico michoacano.
La arquitectura de El Opeño, cuenta con
características muy individuales que no fueron retomadas en las necrópolis más
tardías de Jalisco, Colima y Nayarit.
Se encontraron muchas
figurillas que simbolizaban sobre todo al hombre, en diferentes posiciones, muy
probablemente representaban a los jugadores de pelota.
TUMBAS DE TIRO
Se desarrolló en los
actuales estados de Jalisco, Colima y Nayarit abarcaría de los años 300 a. C.
al 700 d. C.
Fue una de las culturas
mesoamericanas que más desarrolló el culto a sus muertos, entre lo cual destacó
su arquitectura funeraria.
Este sitio ceremonial en el
centro de Jalisco estuvo ocupado durante el Clásico Temprano (100 d. C.-300 d.
C.) y lo conformaron una serie de unidades arquitectónicas como plazas,
montículos, juegos de pelota, terrazas, unidades residenciales cruciformes y
complejos circulares.
CHUPICUARO
La palabra Chupícuaro pertenece
a la lengua tarasca y significa “Lugar de cochinilla”, insecto del que se
extrae el intenso color escarlata.
Actualmente los yacimientos arqueológicos de este
lugar se encuentran sumergidos bajo las aguas de la Presa Solís, ubicada cerca
de Acámbaro Guanajuato.
La calidad y cantidad de la
ofrenda que acompaña al entierro nos habla de ritos funerarios complejos que
relevan el concepto de fertilidad, la práctica de la decapitación y el culto a
los antepasados.
Una costumbre muy difundida
en Chupícuaro fue la de inhumar cráneos; se han encontrado cráneos de niños,
hombres mujeres que conservan la mandíbula así como las vertederas átlas y axis
en posición anatómica lo que indica la práctica de la decapitación.
La cerámica arqueológica de Chupícuaro,
representativa de un estilo sumamente evolucionado, fascinante y singular, es
prueba palpable de una manifestación colectiva de gran talento, óptima calidad,
exquisito sentido de la forma, diseño lleno de dinamismo y simetría.
AZTATLÁN
Complejo Aztatlán se le
llama al lugar donde más vestigios de esta cultura se han encontrado, que se
caracteriza por la belleza de sus formas y la policromía de sus vasijas y otros
objetos de cerámica.
El núcleo central del
complejo Aztatlán lo sitúan los arqueólogos en Guasave, o al menos es aquí
donde se han encontrado los mejores restos, entre ellos un conjunto de
enterramientos, formando paquetes o bultos en el interior de ollas, que
contenía gran cantidad de ofrendas, algunas de una gran belleza, como vasijas
trípodes de barro, recipientes de ónix y de alabastro, pipas de barro,
malacates, silbatos y hachas ranuradas.
Las construcciones que se
hallaron de esta época son los montículos que se levantaban con fines
defensivos o con carácter religioso.
Las muestras de este arte
que se han encontrado se limitan a puntas de obsidiana, hachas y otros objetos
de pobre factura.
TARASCOS
Los tarascos o purépechas:
asentados en la región altiplánica oriental del estado de Michoacán, tuvieron
como su centro al lago de Pátzcuaro y las regiones adyacentes que en aquella
época generaban diversos productos tanto agrícolas como lacustres y forestales.
Fabricaban con arte natural
platos, bandejas, bateas, ollas, jarros y jícaras multicolores.
Se les destaca en los
tejidos y bordados. Trabajaban el oro, la plata y el cobre y algunas piedras
preciosas, rivalizando con los mixtecos zapotecas en el arte de la joyería. Los
caciques y señores llevaban vestidos con ricos adornos y alhajas elegantes.
También destacaron en la
cerámica, los tejidos, los bordados y las joyas fueron hábiles artesanos. Nadie
los aventajó en la confección de mosaicos y objetos de plumas. Combinaban los
colores naturales con pinturas que fabricaban, especialmente los tonos del rojo
y el azul.
CONCLUSIONES
El preclásico fue un parte
aguas para el desarrollo de las tecnologías siendo la comercialización un paso
muy importante dentro de este, además de que inició una nueva forma de vida: el
sedentarismo. La manufactura de cerámica es muestra de su gran avance cultural,
las figurillas exponen su vida cotidiana y gracias al pastillaje se pueden
apreciar detalles que nos hablan bastante de su concepto de estética, de sus
ideas cosmogónicas.
Y aunque la mayoría de las
culturas abordaban los mismos temas y hacían sus figurillas similares, no todos
desarrollaron con la misma maestría las manifestaciones artísticas, es por eso
que la cultura de Chupicuaro es la que me parece más avanzada en esta cuestión,
más allá de las proporciones correctas o incorrectas y del naturalismo que no
manejan tan minuciosamente, en sus figuras y hasta en sus vasijas puedo
encontrar un progreso mental muy grande, lo que yo puedo de alguna manera
percibir en su arte es que se empiezan a interesar por lo geométrico, lo
encuentran estético, lo expresan a través del cuerpo haciéndose tatuajes, las
caras de sus figuras antropomorfas parecen extasiadas, como en un ritual, esta
cultura en particular me parece muy espiritual y hasta un poco oscura.
Los diseños decorativos que
pintaron sobre sus piezas de barro se reconocen por la frecuencia en que usan
ciertos motivos, es decir algunas figuras se repiten en muchas esculturas, la
mayoría de estos motivos los acomodaban de manera geométrica culminando en
perfecta armonía.
La forma en que mezclaron el
barro con otras sustancias como arenilla o excremento provocó que la mezcla
fuera más maleable y aplicaban impresionantemente bien los pigmentos naturales
a las figuras haciéndolas más vistosas, más estéticas.
Es la cultura que más me aportó conocimientos aplicables a la
escultura. Y definitivamente pienso aprovecharlos.
Panorama Editorial
Ángeles, Alba. Historia de México
Angeles Editores.
Lara Bayón, Javier. Historia de México
Editorial Trillas.
Angeles Editores.
Lara Bayón, Javier. Historia de México
Editorial Trillas.
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